jueves, 20 de noviembre de 2008

El cementerio


EL CEMENTERIO. Cuando somos pequeños, una de las cosas que más nos impresionan y que a la vez menos comprendemos es la muerte. Y generalmente explicarles a sus hijos qué es la muerte y por qué existe es una de las tareas más difíciles que han de afrontar los padres. Yo os voy a contar cómo me explicó mi madre lo que era la muerte.

Cuando yo era pequeño, el día 1 de Noviembre, fuimos al pueblo donde nació mi madre. Esto me sorprendió porque a aquel pequeño pueblo sólo íbamos en verano y alguna que otra
Semana Santa. Cuando estábamos en el pueblo mi madre me llevó a un jardín, y mientras andábamos por un sendero ella me empezó a describir como era el cementerio donde estaban enterrados mis antepasados. Me describió lápidas, tumbas, cruces, ángeles de piedra y de mármol... y yo le estaba viendo todo.

Yo no comprendía como todos mis antepasados, mis abuelos, bisabuelos, tatarabuelos... y los de todos los demás podían estar en tan poco espacio. Estaban allí todos juntos, cuando nosotros, que somos muchos menos necesitamos grandes edificios, y mucho espacio para correr... Vimos la tumba de mi tía
Pilar, que había muerto no hace mucho de una grave enfermedad. En su epitafio ponía: "Amó y fue amada por todos."

Seguimos andando y mi madre me mostró los nichos. Y vi como allí, en cajas de zapatos, se encontraban cerca unos de otros, vecinos que antes no se podían soportar.

Llegamos a un cementerio abandonado. Allí todo era un gran caos, las cosas estaban desordenadas y nadie se acordaba ya de las personas que había allí enterradas, porque no quedaba nadie que las tuviese en su memoria. Aquel lugar me daba escalofríos, miré a mi madre y no parecía asustada, pues si ella no estaba asustada, yo tampoco tenía por qué estarlo. Mi madre se sentó en un banco de piedra. El frío del mármol hizo que un escalofrío subiese por mi espalda y me pusiese los pelos de punta. Pero mi madre no parecía preocupada, así que yo tampoco tenía por qué estarlo. Y tampoco se preocupó mi madre cuando se escuchó un sonido de dos piedras rozando.

Y fue entonces cuando vi que la losa de la lápida que estaba frente a nosotros se estaba moviendo para dejar la tumba abierta. De allí salió lo que quedaba del ser que habitaba aquella tumba y comenzó a leer el epitafio de su tumba:
"Murió a los 51 años. Fue honesto, amó a sus personas queridas y murió amado por todos."

Entonces aquel ser cogió algo del suelo y fue borrando una a una las letras de su epitafio, y cuando hubo terminado sopló y esparció el polvo. Entonces con su huesudo dedo índice comenzó a escribir en la lápida:
"Murió a los 51 años" pensé que eso era igual que antes, pero lo siguiente era absolutamente diferente, "pronunció constantes palabras groseras para matar a su padre del que quería heredar, maltrató a su mujer y murió de forma ruin." Miré a mi madre, pero ella estaba tranquila, así que yo también debía estarlo.
Miré a mi alrededor y vi que todo el cementerio se había levantado y estaba escribiendo en sus epitafios la verdad que sus familiares habían querido ocultar u olvidar. Cuando llegué a la tumba de mi tía Pilar ponía: "salió a engañar a su marido, enfermó y murió"

Entonces ya no pude aguantar más y grité:
- ¿Qué es todo esto mamá?, ¿Qué está pasando? -

Y vi, al final del cementerio, en una tapia, a una sombra que no había salido de ninguna tumba. Estaba escribiendo algo en la pared. Me acerqué y vi que decía:

"Soy aquella de la que todos hablan y nadie conoce. Y porque no me conocen me calumnian, mientras que aquellos que me conocen callan y no me defienden. Todos tratan de evitar conocerme, pero todos acaban recibiendo mi visita. Y cuando por fin me encuentran descansan. Pero yo nunca descanso."

Me encontraron desvanecido y traspuesto en un frío banco de piedra, y así fue como descubrí qué era la muerte.
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Cuentos de la cofradia.
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17 comentarios:

♋ Mariposa on 21 de noviembre de 2008, 2:17 dijo...

Espectacular Marco, muy muy bueno este texto, lo voy a imprimir si no te es molestia
muchos besos para vos yhermoso fin de semana, besis!!!

lully desnuda on 21 de noviembre de 2008, 7:26 dijo...

Patético descubrimiento.

Con la transparencia que vivimos, con esa misma podemos morir en paz, o mejor, no me gusta emplear ese término, prefiero trancisión como bien lo decía mi padre. La muerte la interpreto como el vacío que deja en nosotros la partida de un ser querido pero que es inevitable.

Te abrazo Marco con los recuerdos lindos de mi ejemplar padre.

lully on 21 de noviembre de 2008, 7:27 dijo...

Ah!! es que esa visita a ese lugar, más pareció una pesadilla. La muerte hay que vivirla con armonía para comprenderla mejor.

Besitos vivificantes, alegres y saludables!

Bartok on 22 de noviembre de 2008, 16:45 dijo...

Creo que todos ignoramos a la muerte y no queremos saber de ela. Hacemos planes, estudiamos, trabajamos, nos esforzamos para llegar alto sin pensar siquiera que un animal con automovil nos puede cegar la vida.
Pero llega un momento de nuestras vidas que la añoramos y deseamos que no tarde. Hicimos bastante ya ¿que nos queda luego?... pues descansar. Abrazos.

Darilea on 24 de noviembre de 2008, 2:22 dijo...

Me ha encantado esta historia, Marco siempre sabes escoger lo mejor.
Un besito.

PIER BIONNIVELLS on 24 de noviembre de 2008, 7:47 dijo...

Jo!.
Me ha gustado!.
Es algo fuerte la historia.. pero me ha atrapado y eso me gusta, el final lo mejor.. si señor..
abrazos.

marco on 27 de noviembre de 2008, 15:26 dijo...

Saludos Mariposa el texto no es mio, claro que puedes imprimirlo, solo queria compartirlo, besos :) buen fin de semana igual.

ESo Lully es solo una transicion, bueno es solo una historia que tiene sus puntos interesantes, algo asi como un cuento.Besos Lully ya te estoy visitando :)

Holas Escarlata, en si la vida en este planeta es como dicen algunos como prestada, estamos unos momentos aqui y luego no se sabe, seguramente iremos a otro estado de existencia a continuar con nuestro aprendizaje, saludos amigo :)

Holas Darilea, me encanta poner todo tipo de historias que tengan su lado interesante, besos ahora te visito amiga :)

Holas Pier, a ti tambien te gustan estas historias igual a mi asi como los relatos que a veces tu pones.Vere de poner otros mas que tambien me parecen muy interesantes , besos :)

CoTopi on 27 de noviembre de 2008, 16:52 dijo...

Hay que vivir cada día al máximo...es verdad que nos olvidamos que la muerte es lo único seguro...hay que amar, respirar, VIVIR

Un abrazo amigo mío

M@R on 27 de noviembre de 2008, 17:21 dijo...

MUY BUENO,,,
BUEN POST,,,
SABES PREFIERO PENSAR EN EL HOY,,,

ABRAZOS,,,

Marisol Irais on 28 de noviembre de 2008, 9:29 dijo...

Buen cuento.

La honestidad es algo efímera, no te parece? Sin embargo, habría que esforzarse por hacer de nuestra vida, algo digno de comentarse después de nuestra muerte. ¿Qué quisieramos que dijera nuestro epitafio, si fuera honesto?

No quiero que mi epitafio diga que fui feliz si no lo fui. Quisiera que dijera algo así: Vivió preguntando y ahora encuentra sus respuestas.

marco on 9 de diciembre de 2008, 10:38 dijo...

Si vivir, es una plabra importante, la vida no es tan larga hay que aprovechar los dias aprendiendo algo nuevo, besos cotopi que bueno que regresastes :).

Bueno es solo una historia, pero es verdad es mejor ver el hoy, el pasado a dejarlo descansar en paz, besos amiga gracias por venir por aqui :)

hehehe, Marisol, es un buen epitafio ademas que cuando partamos seguramente ya nos enteraremos de muchas cosas, besos :)

sedemiuqse on 9 de diciembre de 2008, 14:20 dijo...

Lo mismo que la vida....
je, un sueño...
besos y amor
je

cieloazzul on 9 de diciembre de 2008, 17:17 dijo...

Un cuento llevado entre tradiciones, miedos, leyendas de vida y grandes verdades!!
te felicito!
besos:)

Naufrago. on 10 de diciembre de 2008, 2:57 dijo...

Buscando un refugio y libertad me he escondido tras un blog. Busco naúfragos para habitar mi isla y al azar me encontré en tus textos. Quizá quieras compartir mis soledades.
http://paranaufragios.blogspot.com/

sara on 12 de diciembre de 2008, 13:02 dijo...

Hola Marco! Tenia algun tiempo de no venir :S y regreso a encontrarme con otra historia buenisima como esta!!! Este tipo de cuentos me encantan, y este no fue la excepcion! ;) Y q padre reflexion lo invita a uno a hacer... vivir la vida al maximo, vivir y dejar vivir xq de q la muerte algun dia va a llegar... lo va a hacer... pero q mejor q llegue y no tengamos nada q lamentar, ni ningun "hubiera" q decir "hubiera hecho, dicho, disfrutado, etc etc etc.."... nuevamente muy buen cuento! Gracias! ;)

Marco Escobedo on 17 de diciembre de 2008, 16:27 dijo...

mm si se parece a la vida sidemiu, por ahora no pensare en mi etitafio :) besos y saludos :)gracias por visitarme.

Ojala el cielo siempre estuviera azul aqui, aca es medio gris, me gustaria que el cielo fuera de ese azul tan bonito como hay en provincia, saludos Cielo Azul :)

Alla voy JJ ahora te visitò a veces parezco naufrago cuando no me afeito asi que no desentonare con mi visita :), saludosss

Holas Sara si a los tiempos que te veo ahora te doy mi visita luego, ya que no entraba mucho, pero ahi le damos al blog, besos :)

bebealia on 27 de diciembre de 2008, 15:22 dijo...

Estremece la foto del puente... la vía y un pajaro negro, quizá un cuervo esperando un desenlace que se antoja poco agradable...

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