sábado, 8 de diciembre de 2007

Historias para pensar

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EL HOMBRE SIN CIELO. Inspiración, hálito Divino, influjo sagrado en busca de un hombre, destinado a un hombre. La Luz se aproxima; no existen el tiempo, tampoco las distancias, solo se necesita un sentimiento, un movimiento de voluntad, ni siquiera un suspiro; pero las puertas están cerradas, vacío yace, cuál moribundo apenas segundos antes de su último parpadeo, el corazón del hombre, aferrado a toda razón, incrédulo ante la mirada de la Fe…

- ¿Quién eres? – pregunta el hombre, enceguecido por la blanca luminosidad. ¿Por qué no me dejas entrar?- Soy el que Soy, ¿acaso no lo sientes? – responde una suave y dulce voz.Pero el hombre, ay… ¡tan endurecido tenía el corazón! ¡nada podía sentir! El hombre pensaba, “¿se estará burlando de mí? Soy no es un nombre, ¡tiene que poseer un nombre!”

- Dime, ¿cómo te llamas?- insistió- Siéntelo, siéntelo en el corazón. Tú tienes las llaves, Yo mismo te las he dado, abre tú el portón. El hombre retrocedió algunos pasos, observó el otro lado, pero nada vió. Luego pensó: “ábrete blanca puerta, te lo ordeno yo”.

Pero nada de esto sucedió. Dios empezaba a entristecerse, deseaba que el hombre abriese la puerta, pero no podía hacerlo sin el corazón. La luz comenzó a atenuarse, parecía que se estaba poniendo el sol. “¿Se estará haciendo de noche?”- se preguntó el hombre, pues no podía sentir la tristeza de Dios.- Ábreme la puerta – suplicó el hombre. Dejadme entrar, no deseo quedarme afuera, cuando la luz se apague, sólo mi sombra podré conservar – continuó.- Tú no lo entiendes, porque entenderlo posible aún no es. No eres tú quien está afuera, soy Yo quien desea entrar. Abridme la puerta – suplicó Dios.- ¿Quién eres? – preguntó el hombre.- Si conoces al Amor, a Mí me conoces – contestó Dios.- ¿Amor? – dijo el hombre.

No te conozco, nunca te ví. ¿Cómo pretendes que te deje entrar?Dios se puso muy triste, los ángeles tuvieron que acercarse, cantaban los salmos de consolación.

El hombre permaneció pensativo… la luz comenzó a alejarse, hasta que desapareció. El hombre no abrió su corazón, y así Dios en él no habitó.- ¿Acaso no era aquello el Cielo? – se preguntó el hombre, y así, llorando con un llanto eterno, lejos de la Luz, envuelto en las tinieblas de su propia sombra, permaneció.



El muro del dolor




EL MURO DEL DOLOR. A la hora establecida, se presenta el profesor. Su rostro nos informa de las magras calificaciones. Se detiene en el frente, erguido, con mirada severa. El futuro –comienza diciendo- llegará a ustedes con un gran desafío.
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.El mundo, jóvenes, pronto se dividirá en dos. De un lado se encontrarán aquellos que supieron rápidamente cuáles eran las reglas que debían dominar. En el otro, estarán quienes no quisieron aprender a jugar. En el medio, estimados jóvenes, se levantará un gran muro, mas elevado que cualquier montaña que haya alguna vez existido.
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El muro –continúa- separará la vida en abundancia, de la pobre vida. Ricos y pobres diferentes lugares ocuparán. Su objetivo, jóvenes, es, o aprender a jugar, o bien aprender a escalar....Repentinamente dejo de oír la voz del profesor. Levanto la vista y ya no le veo. Un elevado muro se levanta en su lugar. Sobre su irregular superficie se forman desiguales escalones. Me pongo de pie rápidamente y, corriendo, me aproximo a éste. Comienzo a subir.
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Los primeros escalones los sobrepaso de un salto. Paso el cuarto, el quinto, el séptimo... pero al llegar al décimo... ¡ay! ¡algo horrible sucedió! ¡los escalones ya no son tales!; ahora son... ¡hombres! Sí, son humanas cabezas sobre las que debo apoyar mis pies; se tratan de personas que quedaron atrapadas cuando intentaban ascender.
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Tengo miedo de seguir escalando, no sé que hacer, entonces me miento a mí mismo, tal como lo hace el profesor: <>, me digo, y piso a un hombre. Éste grita de dolor, por lo que salto rápidamente sobre una mujer, pero el quejido de ésta es aún más estremecedor. ¡Pobres hombres! Con todo, continúo ascendiendo y... ¡ay! ¡algunos de mis compañeros de clases están atascados allí! ¡También está el profesor! Los culpo por su egoísmo y mezquindad y les grito que tienen merecido el dolor. Se que si no logro sobrepasar el muro, habré de sufrirlo yo también, por ello no dejo de correr. Paso por encima de ellos; comienzo a llorar.
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Subo más y más, pero... ¡ya no puedo continuar! ¡qué hacen los niños aquí! ¿cómo los trajeron? ¿bajo qué engaños? ¡si los niños nada saben del hombre y su estupidez! Algunos padres tienen a sus hijos aferrados a sus cuerpos. - ¿Qué sucedió papá?-pregunta un niño. –Esto tenía que suceder- responde el padre. ¡Miserable!, le digo, antes de pisarle la boca. Sigo corriendo, y llorando, sin mirar adonde apoyo los pies. Estoy llegando a los últimos escalones. Escalo con desesperación hasta aproximarme a la cima, pero al pisar el anteúltimo escalón, algo extraño sucede, pues, de un momento a otro, su superficie se transforma, asemejándose a la de un espejo.
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Me inclino levemente, mirándolo. ¡Qué horror! ¿En qué momento mi reflejo dejó de ser el que solía ver? ¿En qué momento me transformé? ¡Así no deseo ser! Desesperado, miro hacia abajo... ¡que elevada altura alcancé! Levanto la vista. Ya puedo ver el otro lado. Observo. El lugar es bello, la vida es tranquila, ¡pero falta mucho amor! Vuelvo la mirada sobre el espejado escalón.
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Luego, desciendo algunos escalones y, sujetando con los brazos a los niños que logro alcanzar, doy un salto hacia el vacío...- Por ello, jóvenes –vuelvo a oír al profesor- es mejor que aprendan a jugar antes que se levante el muro. Aquí les enseñamos las reglas. ¡Dedíquense a aprender!- ¡No!- grito yo, parándome sobre el pupitre-. ¡Mejor sería que no existan las reglas, mejor sería que no hubiera ningún juego! ¡Mejor sería aprender a amar, para que ningún muro se llegue a levantar! Esas fueron las últimas palabras que dije delante del profesor. Luego debí buscarme otra academia en donde aprender las reglas, a pesar de que no deseo jugar.
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Historias tomadas de Horacio Simes


16 comentarios:

Lorelay on 8 de diciembre de 2007, 17:55 dijo...

Marco, lindas historias... cuántas veces Dios nos tratará de mostrar el camino y nosotros no le reconocemos. Sólo tenemos que abrir nuestro corazón para dejar que su luz nos ilumine...

"Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él".

Besitos de esperanza

Lore

M@R on 9 de diciembre de 2007, 7:21 dijo...

HOLA,,,
DIOS, BENDITO DIOS, TAN BUSCADO QUE ES Y TAMPOCOS QUE LO ENCUENTRAN Y NO SABEN QUE ESE DIOS ESTA TAN CERCA Y NO LO VEN,,,
MUY BUENO LO QUE DICES MI BUEN AMIGO,,,
FELICIDADES,,,
UN ABRAZO,,,

yaves on 10 de diciembre de 2007, 2:42 dijo...

La segunda historia es escalofriante, pone los pelos de punta..
saludoss

Maria Jose on 10 de diciembre de 2007, 4:52 dijo...

Hola Marco paso a visitarte, como siempre tu blog lleno de historias hermosas

un abrazo

AnToNia on 10 de diciembre de 2007, 10:53 dijo...

hay miedos que paralisan!

Bartok on 10 de diciembre de 2007, 15:25 dijo...

Je, je je...ahorita como está la vida no le vas a abrir la puerta de tu casa a alguien que no conoces...
La lucha que hay dentro de nosotros sobre lo correcto e incorrecto es lo que a veces nos impide abrir nuestro corazón a Cristo. Nos enceguecemos sobre nuestros intereses y no vemos con claridad sobre lo que si estamos obrando con corrección.
Una de ellas es el famoso muro que hablas en tu segunda parte, y es lograr llegar alto pasando por alto incluso a las personas que más quieres.
Lo malo es que el mundo actual se ha vuelto una selva sin ley, en la que sobreviven los más fuertes. Saludos.

marco dijo...

Como tu bien dices Dios serìa el unico ser en quien una podria confiar con certeza, creo que solo a èl le abriria mi puerta y a mis perritos,mi familia y uno que otro amigo en verdad, algunos andan de lobos disfrazados y en eso hay que tener cuidado.Besos Lorelay :)

Exacto Mar unos andan mas ciegos que los ciegos mismos y no pueden ver a pesar de tener dos ojos. Un beso y gracias por visitarme querida Mar

Holas Yaves, pues con los pelos de punta creo que andan los Punks, pero si, la vida se pinta asi de escalofriante,andamos pisando cabezas a veces sin darnos cuenta. Un beso querida Yaves :)

marco dijo...

Gracias por tu visita Maria Jose, ojala te este yendo bonito alli con tu esposo, un beso y felicidades :), gracias por visitarme.

Si hay miedos que nos dejan atònitos, pero luego hay que reaccionar para que estos no se conviertan en pesadillas, gracias por tu visita mi querida Antonia, besos para ti :)

El mundo es a veces un mal ejemplo de como deberian ser las cosas, y es verdad a veces se parece a una jungla de cemento, ojala que al final no nos quedemos ni con la jungla de tanto daño que hacemos a nuestro ambiente y a los demas, un saludo afectuoso Escarlata :)

Marina on 11 de diciembre de 2007, 5:58 dijo...

Hola Marco, me gustaron las dos historias, ciertamente nos cuesta abrirnos a ese Dios que nos ama y con frecuencia vamos por la vida construyendo muros entre nosotros, para luego quejarnos de una cantidad de situaciones de la que hemos sido constructores directos o inderectos. Saludos.

alida on 11 de diciembre de 2007, 6:10 dijo...

Marcos, la primera historia para pensar la segunda muy buena
Un gran abrazo

carmendelly on 11 de diciembre de 2007, 8:15 dijo...

como siempre me siguen encantado tus relatos... me encanta tu blog!

marco dijo...

Holas marina hay muros visibles y muros que son invisibles , esos tambien hay que derribar, un beso querida Marina :)

Gracias por venir Alida, que bueno que te gustaron las historias, un beso.

Pues yo siempre te leo Carmendally un gusto siempre pasar por tu blog y enterarme de tus aventuras, algunas casi surrealistas jejeje, un beso :)

LuLLy, reflexiones al desnudo on 11 de diciembre de 2007, 17:16 dijo...

Hola Marco:
Unos relatos bonitos. Ambos nos dejan linda reflexión. Me gustó recordar esa frase de Jesús que dice: "Yo soy el que soy". Nunca deja de impactarme, es como un todo.

Besitos amistosos para tí desde Medellín, Colombia!

Morgana on 12 de diciembre de 2007, 12:47 dijo...

uyyy, pero que relato,oopssss, sin palabras



besotes y abrazotes

marco dijo...

Gracias por tu comentario Lully, pues "El es el que es" pues :), besos para ti en medellin :)

UMMM comadre Morgan gracias por su visita, besos y pues asi son las historias :) siempre hay algo para aprender o dejarnos pensando.

Marce on 20 de septiembre de 2010, 8:15 dijo...

¡Muy buenos los cuentos! ¿Qué haríamos sin la literatura sobre cuestiones existencialilstas, no?
Interesante el blog.
Saludos.

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